PAMPAS TAYACAJA PERU

                         

 Es un pueblo precioso,  donde las quebradas asoman en la carretera

como saludando cortésmente a los viajeros que vienen de las afueras,
El paisaje es un óleo de colores en verde y quebradas de natural encanto
el cielo tiene un carácter que le sale de las entrañas cuando está soberbio
entonces sabrás si está sereno, cálido o lluvioso, pués bien es lo que hay.
Sus carreteras muy despejadas, solemnemente llevan al conductor muy
seguro a su destino. Cuando asoma el alba es muy frio, los pobladores y
campesinos acostumbran beber un sorbito de trago o agua ardiente para
calentar los huesos...hay que ver ¡que bravura¡ es fuerte, pero alivia.
La vegetación abraza totalmente el pueblo, con sus gramalotes, ichus,
arbustos de guindas, plantas silvestres. El olor a pasto y leña en los fogones
ese olor tan intenso a mentol viene de aquellos árboles tan altos que son
los eucaliptos es una herencia que nadie puede arrebatar a la región.
Es impresionante ver  cuando el cielo despejado con infinistas estrellas, el
tiriteo chispeante, de manera que siempre se logra ver alguna estrella fugaz.
Volveré otra vez a contemplar esta tierra tan rica, cálida y benevolente
que hay mucho más.