Un gatito en el parque.

En mis paseos de fin de semana por el parque del oeste, en la mañana, ya caminando,  me disponía a sentarme sobre la hierba  fresca,  ha leer mi libro, cuando sorprendentemente pude oír que  venía un maullido, como un grito agudo repetidamente, como pidiendo ¡ auxilio ¡, ¡socórreme por favor ¡.  Estaba localizado por detrás de una gruta, donde nace un manantial de agua muy fresquita.  Algunos dicen que es medicinal…pero eso es otro tema que les contaré otro día.
El  maullido de un gatito  llamó poderosamente mi atención,  su maullido era muy persistente, más de uno lo sintió. Estaba en medio del  parque ,  en la copa de un árbol grande y alto, casi inaccesible, difícilmente se le podía ver, se tambaleaba en una de sus ramas, pero estaba firme.  Era muy pequeñito, podría ser de un mes de nacido,  su color era de un marrón atigrado. Pude percibir en sus ojitos el  miedo atroz que le  envolvía, ¡pobre pequeñín¡.
Tal vez  estaría con hambre y sed. ¿ A caso estaría perdido? ¿Quién lo habría abandonado? ¿Cuántos días estaría allí?. Aunque no sabemos la causa del abandono, esta persona que lo hizo,  delataría ser  alguien sin corazón,   con un egoísmo sin límites.  Puesto que  abandonar a un pequeñito e indefenso animalito es un acto despreciable, no importa el tamaño que tenga, sigue siendo una actitud reprobable .   Cuando me acerqué,  otros también lo hicieron,  todos se preguntaban qué había pasado,” pobre pequeñín”, unos decían “baja bonito que te daremos de comer” “venga cosita que te vamos a resolver” y así transcurrió la mañana. No había forma de rescatarlo, solo llamando a los bomberos o marcar al 112.  Pude oír que alguien lo hizo por ahí y solo quedaba esperar.
Me quedé haciéndole compañía hasta muy tarde,  sentada sobre la hierba verde, instándole permanentemente a  que bajara del árbol,  pero el gatito parecía que no entendía y cada vez se aturdía más.,  adelantaba un paso y otro retrocedía.  Mientras tanto, un señor comentaba que por el verano,  hay gente inhumana que abandona  a sus mascotas a su suerte.  Son en las vacaciones decía,  es ahora en verano,  que parece que les estorba.   También  les mienten a sus hijos “que el animalito se ha extraviado”.  Es así como se deshacen de ellos y lo condenan  prácticamente a todos los peligros que pueda haber en la calle.  Si tienen suerte son recogidos y llevados a los albergues.

Hoy es domingo, nuevamente me acerqué  al parque con el firme propósito de acogerlo .  Pero el gatito ya no estaba, se lo habían llevado, yo creo que alguien muy ágil trepó al árbol y lo rescató, quedaban las huellas, hojas y ramas rotas ya secas sobre la hierba.  Posiblemente lo trasladaron a un albergue  o si tuvo mejor suerte,  alguien de buen corazón se lo quedó.  Solo espero que sea así, porque en  esta vida, no sabemos en qué  otras manos puede ir a parar. 

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