Un Cisne Blanco

He pillado un cisne blanco en un embalse del río manzanares, próximo al Pardo, estaba flotando tan orondo en solitario, deslizando su cuerpo esbelto y juguetón, eran blanquísima sus plumas, como la nieve, mostrando su encanto y belleza al deslizar sobre las aguas casi apacibles en aquel lugar. Al verle me pareció una fortuna encontrarle frente a mí, con un saludo irreverente mostrando aligeradas sus alas, se quedó un instante en silencio mirándome a los ojos, y luego se marchó. Un cisne blanco, una alegría y un despertar ante mis ojos, la motivación. No le veo triste, siempre está creando un buen ambiente, sacudiendo sus alas blancas, haciendo carreras veloces, desde donde se lo proponga, de un punto a otro. Eso me trasmitió el cisne blanco en aquel día, casi nublado y con llovizna. A todos atrae, con su carisma de mito en celebraciones de gala y la danza del cisne blanco mientras a todos, hace suspirar. Cuando vuela alto, es orgulloso de su origen, nunca se da por vencido, persiste, y persiste, como un alma que el viento eleva para encontrarse con su creador.
Rubén Darío le pregunta al Cisne blanco: ¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello al paso de los tristes y errantes soñadores? ¿Por qué tan silencioso de ser blanco y ser bello, tiránico a las aguas e impasible a las flores?Y un Cisne negro dijo: «La noche anuncia el día». Y un Cisne
blanco: «¡La aurora es inmortal! ¡La aurora es inmortal!»

Comentarios

Entradas populares de este blog