El  Dolor

El dolor ha quemado mis venas sin misericordia alguna.

Me ha sumido en una profunda desolación e impotencia.

Un tiempo donde el dolor se regodea por doquier y así

no hay espacio que se libre del tormento lúgubre.

La sombra acecha cada segundo flagelando el alma.

Ya se instaló el dolor, viene a quedarse…es el duelo.

El alma gime, el alma duele, de pronto la paz ha huido.

Cercana presencia… muy amado, muy querido.

Que sucedió con la vida, acaso es tan solo prestada?

El cielo me anunció con la lluvia en la playa de Lurín.

Con nubes negras cargadas de rabia y descontrol,

como la tormenta que se aproxima como cruel presagio.

El dolor ha quemado mis venas sin contemplación.

Muy cercano, muy presente, un cariño del mejor.

Te marchastes con una triste mirada, helada tus manos,

tu corazón aún latía cuando el último aliento estaba

próximo en llegar y  junto a él un lirio blanco, un suspiro.

Como un soplo de aliento tomaste vida al nacer,  fuerte

valeroso, trabajador…muy valiente, hasta el último

instante de la vida le hiciste frente, cuando el verdugo

con su daga te acechaba… aún así estabas fuerte.

Descansa en paz valeroso hombre…has dejado una

huella indeleble por la vida y en mi corazón un profundo

agradecimiento… Dios te bendice y yo también.